

Innovación
¿Se puede curar una rotura del ligamento cruzado anterior sin operar?
La cirugía ortopédica ha avanzado notablemente en las últimas décadas, especialmente en el tratamiento de lesiones complejas como la rotura del ligamento cruzado anterior (LCA).
Sin embargo, recientemente se ha generado debate en el ámbito de la medicina deportiva a raíz de un novedoso enfoque conservador propuesto por el doctor australiano Tom Cross, que plantea una recuperación sin intervención quirúrgica.
Pongamos como ejemplo este tratamiento conservador que propone una recuperación natural del ligamento mediante una inmovilización prolongada en flexión mantenida. Esta técnica se presenta como alternativa a la cirugía, pero plantea importantes desafíos clínicos.
Uno de los puntos clave que analiza la Dra. Isabel Guillén, jefa de la unidad de cartílago de CEMTRO Premium, es precisamente la viabilidad funcional y biomecánica de este método no quirúrgico.
Tratamiento conservador del LCA: ¿en qué consiste?
Flexión prolongada para facilitar la cicatrización
El tratamiento propuesto por el Dr. Cross se basa en el principio de que el LCA, al romperse, retrae sus extremos, como si fuese una goma elástica. En condiciones normales, esta separación impide su cicatrización espontánea. Pero, según el protocolo australiano, si la rodilla se mantiene en una flexión de entre 90 y 130 grados durante 3 meses, los extremos del ligamento se mantendrían en contacto, favoreciendo la posible regeneración.
Una propuesta prometedora… pero con importantes limitaciones
La Dra. Guillén valora el enfoque como una propuesta interesante desde el punto de vista de la investigación, pero cuestiona su aplicación práctica:

“Después de una inmovilización de tan solo un mes, los pacientes ya presentan grandes dificultades para recuperar la extensión total de la rodilla. ¿Cómo vamos a mantener a un paciente inmovilizado tres meses en 90 grados y esperar que recupere una función articular completa?”, señala la experta
¿Puede evitarse siempre la cirugía del LCA?
No todos los ligamentos cruzados se deben operar, pero…
En su experiencia clínica, la Dra. Guillén aclara que no todos los casos de rotura del LCA requieren cirugía, pero sí aquellos que presentan inestabilidad funcional o una alta demanda deportiva.
El tratamiento quirúrgico sigue siendo el estándar en la mayoría de los casos, ya que permite restaurar la estabilidad articular y evitar daños asociados como lesiones meniscales o del cartílago.
Riesgos del tratamiento conservador: ¿vale la pena intentarlo?
- Requiere inmovilización prolongada, lo cual afecta gravemente la movilidad.
- Exige un protocolo de fisioterapia intensiva posterior para recuperar la extensión.
- Hay riesgo de fibrosis, rigidez articular y pérdida funcional.
- No existe garantía de que el ligamento cicatrice de forma funcional ni simétrica.
Para concluir, el enfoque conservador del LCA puede tener un lugar en casos muy específicos, pero requiere más estudios clínicos y seguimiento a largo plazo. Mientras tanto, la indicación quirúrgica continúa siendo la más eficaz para garantizar una recuperación funcional completa en pacientes activos.